miércoles, 27 de junio de 2007

El ataque a la moneda

El día 11 de septiembre a las 7.55 Allende habla a través de Radio Corporación, es su primer mensaje al Pueblo de Chile, donde informa del golpe de estado y pide a los trabajadores que deben “estar movilizados, pero en su sitio de trabajo,...” Los tanques ya han rodeado La Moneda y se inician negociaciones para que el Presidente parta en un avión hacia el exilio. Allende rechaza el ofrecimiento y sigue al frente de la resistencia contra el fascismo.
Mientras el Palacio de La Moneda es atacado, a las 9.03, Allende difunde su mensaje postrero a los chilenos, un discurso lleno de decepción y de tristeza ante el ataque injustificado a la democracia chilena por un ejército que se había mantenido tradicionalmente leal a los gobiernos constitucionalmente elegidos. Un mensaje de firmeza, negándose a abandonar y comprometiéndose a seguir luchando por la democracia y el socialismo y, por último, un mensaje de esperanza en la convicción de un futuro mejor: “Sigan ustedes sabiendo que mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes Alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor.” Algo que aun sigue esperando el pueblo chileno y que no será posible mientras siga en vigor la Constitución de 1980, los militares implicados en la violación de los derechos humanos no sean juzgados y condenados y el principal responsable, Augusto Pinochet, siga gozando de impunidad. A las 11.55, los aviones Hawker-
Hunter sobrevuelan La Moneda, comienza el bombardeo ante la negativa de Allende a abandonar el Palacio. A renglón seguido los carros de combate que rodean la residencia presidencial empiezan a disparar y los soldados comienzan el asalto. Allende muere en
La Moneda a las 14.00 horas, todo ha acabado a las 14.10. El pueblo chileno ha sido derrotado.


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